La distancia equidistante entre dos puntos no es la misma cuando las ansias miden los suspiros:
alguien sabe que no se halla lejos, que podría llegar al instante: y ya quisiera salir corriendo;
pero ese encuentro jamás ocurriría,
sencillamente porque ambos puntos jamás se soñaron unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario