Creeme: yo
me voy, te dejo;
no porque no te ame sino, ay,
porque te siento demasiado en mi cuerpo.
Y es inútil pelear contra los fantasmas,
es inútil pelear contra tu mente,
cuando uno siente que murió por dentro.
Vivirás con la sombra de mi mundo, como yo
te llevaré por siempre; seré
eso que nunca comprenderías: seré
confusión en tus ideas. Y un muerto.
El primer muerto entre tus dedos.
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