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domingo, 18 de abril de 2010

Delito, enfermedad y sacerdocio • Un padrastro que viola y se raja • Una madre iglesia que apaña, acoge y re-coge

«El que por Mí recibiere a un niño como éste, a Mí me recibe; y el que escandalizare a uno de estos pequeñuelos, que creen en Mí, más le valiera que le colgasen al cuello una piedra de molino de asno, y le arrojaran al fondo del mar» (Mateo, XVIII, 5-6.)

Esta semana una señora vino a la escuela a avisar que su sobrino no estaba asistiendo porque había sido violado (no abusado: violado) por su padrastro. El tipo se profugó de la cana pero, aparentemente, está apañado por su esposa (la madre del menor), quien le machaca a su hijo que se merecía eso, porque tiene el diablo adentro. Delito y creencias religiosas se mezclan, una vez más.

El actual Papa se lamenta ahora de estar lastimado, con heridas que él mismo apañó. Homologar celibato y pedofilia, y homosexualidad y pedofilia, pareciera ser el camino más corto para atacar o defenderse: los curas célibes son pedófilos (les dicen); los curas putos son buscados por menores desviados (les contestan). Todos, defensores y detractores, piensan en términos de una jerarquía donde el delito objetivo de la pederastía es un mal menor, debajo de otra cosa: encubrimiento en los hechos, y en las palabras.

Lo más parecido a la vida monacal que un laico puede conocer se ve en la película El nombre de la rosa (o en el libro homónimo de Humerto Eco) Nada parece haber cambiado desde la Edad Media en la santa madre iglesia, prostituta y prostituida como dios manda. Esa misma hipocresía (eso es hipocresía, qué duda cabe) fundamenta su rol rector de la ética y la moral del mundo y que otras instituciones retrógradas codifican. Casi diría "chúpenla" pero... tengo miedo de que mi casa se convierta en una sub-sede desaforada y bulliciosa del Episcopado -Ah, no: cierto que no tengo 10 años...

El motonauta recorre una villa y los ciudadanos allí presentes le piden que les dé una mano: mendigan en un sistema que conocen a la perfección, al punto de tener clara conciencia de que, llegado el momento, pueden morder esa extensión robótica y siliconada que hoy los alimenta con migajas. En Estados Unidos, las cosas se ponen más claras y todo latino va en cana, si no llevara encima un papel que, al estilo Ace en polvo, garantice la blancura. En ese mundo blanco, occidental y cristiano, el laburo se dirime en internet,y el que no tiene pa' la wi-fi que tramite pronto el papelito que lo cobije como excluido legal (siempre y cuando no vivan acá nomás, en Mercedes).

ADEPA está preocupada. Los empresarios dueños de los principales medios de comunicación, unos pocos señores que poseen casi todo, están preocupados y, como son pocos (y se conocen mucho), todos ellos expresan en sus muchos medios su preocupación, que no tiene nada que ver con la exclusión, el clientelismo, la pobreza, la discriminación aquí o en el mundo: están preocupados por sí mismos, y por extensión, a veces, por sus empleados-voceros. Sin embargo, en su impunidad, se les suelta la chaveta: afirman que un «mensaje sembrado al voleo puede ser recibido por personas que no estén en capacidad de procesarlo y, por lo tanto, disparar reacciones peligrosas contra los señalados» Alguien debería avisarles, entonces, que tienen que empezar por casa.

Gracias a TVR, anoche, me enteré que hay una novela, actualmente en la TV, en la que dos jugadores de fútbol se la comen, y por esto mismo son bardeados no sólo en la ficción. Anteanoche, por una de mis recurrentes crisis de insomnio, supe también que Pablito Ruiz (sí, ¡PABLITO RUIZ!) despejó (?) las dudas (?) respecto de su opción sexual, montándose (dicho sin malicia) en el coming out de Ricky Martin... ¡afirmando que se dieron alguna vez un pico! Con más gallardía, el Diegote se besuqueó con el Guillote o el Pájaro (y con menos estómago, en otros casos)

Está claro que en sociedades como la nuestra se ha mercantilizado todo, incluso los procesos mismos de mediación de esas mercancías. Los contenidos de esos procesos (y no sólo los contenidos mediados) son también, claro está, ideológicos, es decir, construyen desde cierto lugar y desde cierto juicio, una cierta parcela de realidad que, surgida en cierto medio, intenta erigirse en LA realidad: única y hegemónica. El cine, la literatura y el arte en general (pero también la tele, Facebook, etc.) siempre fueron concientes de su rol, y se constituyeron en (representantes de) las condiciones de posiblidad para hacer visibiles, mercantilizándolos, procesos sociales y culturales determinados.

En el caso del cantante que corea el livin' la vida (de) loca, los medios que tomaron esta información la enmarcaron en dos actos de habla sugiestivos: la confesión y el blanqueo. En ambos casos, al tiempo que evaluaron, SE evaluaron; pero el gran público, la "gente" no se percató del hecho: alguien "confiesa" cuando cierta relación de poder (real y simbólico) hace que esa persona esté en inferioridad en relación con el interlocutor; este, entonces cuenta con cierta investidura que le permite, de uno u otro modo, perdonar a quien confiesa. Estas reglas preparatorias (para decirlo en términos de Searle) suponen ya no al cantante y su público de Facebook (allí el acto de habla fue apenas de DECIR), sino a aquel y los medios: la reconfiguración del DECIR en CONFESAR es operada por los medios que levantan la "noticia" y se asumen como interlocutor que facilita (u obtura) la indulgencia. El "blanqueo" se orienta del mismo modo, con el añadido de que se colorea de blanco aquello que, lógicamente, no lo es (nadie blanquea lo blanco, diríamos) ¿Qué quiere decir que este muchacho, que gana fortunas con sus melosas melodías, blanqueó su situación? Pues, sencillamente, que su vida (negra, y de allí oscura, sórdida: pecaminosa) es perdonada y blanqueada en y por los medios. De nada importa que, en el camino, éstos ganen mucha guita "informando", y que -aparentemente- la decisión del atildado Ricky pareciera deberse a que cierto fotógrafo lo habría pescado a los besos con otro invertido.

En definitiva, que la actual novela de la tele muestre dos futbolistas en actitudes contranatura, o que encumbrados personajes (excluyendo de esta categoría, por obvias razones, a Pablito Ruiz) confirmen lo que todos sospechaban, o que -saliéndonos del caso específico- K-ristina dijera en un reportaje que se acopla a la "institucionalidad" y que, en consecuencia, habrá de nombrar a Mariano Grondona como Secretario de Derechos Humanos y Democracia (entre paréntesis, K-ristina tiene a su Grondona en el INADI: Morgado, quien como conductor de TVR acumuló, junto a Gianola, la mayor cantidad de humoradas homofóbicas que la tele recuerde), en definitiva nada de esto serviría, en tanto el habla es habla mediada y, como tal, reconfigurada según la convenciencia de los medios, en función de sus necesidades mercantiles. Y si no, que nos lo cuente Tadeo.

sábado, 3 de abril de 2010




Con Lautaro Murúa, Héctor Alterio, Gerardo Romano, Franklin Caicedo y Assumpta Serna. La película se basa en la controvertida y vital figura de Sor Juana Inés de la Cruz, en épocas de la Inquisición virreinal.
Calificación: ..........



Con las actuaciones de Julie Christie, Luisina Brando, Nacha Guevara, Eduardo Pavlovsky, Gerardo Romano, Iris Marga y Guillermo Bataglia, la película muestra descarnadamente cómo, en las vicisitudes y la hipocresía de una aristocrática familia porteña, se amalgama la historia del país.
Calificación:



Esta película, protagonizada por Susú Pecoraro, Imanol Arias, Héctor Alterio, Elena Tasisto y Juan Leyrado, está basada en la historia de Camila O'Gorman y el cura Ladislao Gutiérrez, en tiempos de Juan M. de Rosas. En el filme se desarrolla el amor entre ambos hasta su fusilamiento, ordenado por el Gobernador Rosas, y que se torna un símbolo de la opresión de este caudillo y, en particular, de la jerarquía de la Iglesia y la aristocracia porteñas.

Calificación: