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Actualizaciones en lo que va del tiempo:

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martes, 30 de junio de 2009

Mis amigos más radicalizados dirán que es más o menos lo mismo lo que hay y lo que se votó, y algo de razón tienen, lo sé. Sin embargo, algo también se perdió, algo del orden de las condiciones de posibilidad: pareciera que todo corre de nuevo a lo mismo, a la derecha. No me importa el destino K, pero sí me jode que se haya votado para achicar el margen de ciertas discusiones, de ciertas posibles futuras acciones.

La noche de anoche, lluviosa y fría. Goyeneche y "ella". Pensalo como quieras... Es un lindo tango y creo que hoy, justo hoy, da para pensar.

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GARÚA
Letra: Enrique Cadícamo - Música: Aníbal Troilo

Qué noche llena de hastío y de frío
El viento trae un extraño lamento.
Parece un pozo de sombra, la noche,
y yo, en la sombra, camino muy lento.
Mientras tanto la garúa
se acentúa con sus púas
en mi corazón...

Y en esta noche tan fría y tan mía,
pensando siempre en lo mismo
me abismo.
Y por más que quiera odiarla,
desecharla y olvidarla,
la recuerdo más.

Garúa...
Solo y triste por la acera
va este corazón transido
con tristeza de tapera,
sintiendo tu hielo,
porque aquella, con su olvido
hoy le ha abierto una gotera...
Perdido...
como un duende que en las sombras
más la busca y más la nombra...
Garúa... tristeza...
Si hasta el cielo se ha puesto a llorar...

Qué noche llena de hastío y de frío
Hasta el botón se piantó de la esquina.
Sobre la calle la hilera de focos
lustra el asfalto con luz mortecina.
Y yo voy como un descarte
siempre solo, siempre aparte
esperándote.

Las gotas caen en el charco de mi alma,
hasta los huesos calados y helados...
y humillando este tormento
todavía pasa el viento...

jueves, 25 de junio de 2009

En las postrimerías de 2001, la derecha más recalcitrante (el por entonces afamado Daniel Hadad a la cabeza) arengaban poner una feta de mortadela en el sobre de votación; se confundían con esa extrema izquierda que siempre propuso anular el voto o no concurrir. Movimientos de apáticos juveniles, como el "kilómetro 501" (o 601, no recuerdo bien), se dejaban seducir, funcionales sin saberlo.

Un poco antes, aprendí que la trampa de la polarización es una tentempié sin nutrición para los hambrientos: la Alianza fue la más brutal continuación del Sultán de Anillaco. Sin con el menemato los advenedizos y repentinamente enriquecidos funcionarios respondían a los intereses oligárquicos de siempre, con De la Rúa el país fue manejado por sus propios dueños, directamente.

Después de 1999 mi voto siempre fue entre "estratégico" y "conviccional": según los cargos por cubrirse en cada caso, voté con arcadas a quien más o menos representara una alternativa cercana a lo que pienso, dentro del ranking de los tres o cuatro primeros, y no tanto pensando en mis convicciones sino en "hacer peso". Así voté a Pinillo, por ejemplo, en las últimas presidenciales. Pero, en los niveles más "locales", siempre elegí a quienes realmente me propusieran llevar adelante lo que yo, si tuviera vocación de militancia partidaria, realizaría. Y dejé de pensar en la cantidad de votos: a un partido que sacó 10 boletas en la anterior elección, que ahora yo lo vote y pase a tener 11 sufragios, es darle un "crecimiento" de un 10%. Y la engañosa cuantificación objetiva suena lindo.

Sobre el final de la campaña, finalmente los candidatos derraparon, olvidando los consejos del marketing que tanto dinero les insumió. Es cierto que están en juego dos modelos de país, pero ninguno construirá el que dice defender: unos y otros quieren perpetrar las prebendas de su asociación ilícita. Y la centroizquierda pequeño-burguesa, con el progresismo urbano, ya demostró su propia imposibilidad para animáreseles a los verdaderos factores que condicionan y condicionaron a este país a ser lo que es.

Transitando los últimos meses hasta llegar al segundo centenario, está claro que dos siglos de proyecto de conservadurismo oligarca resultó en lo que somos. Quizás sea hora de darle bola a aquel Moreno, que se llamó Mariano, y que fue secretario de la Primera Junta: el jacobino que tenía en claro que con sonrisitas, marketing y buenos modales no se consigue demasiado. En definitiva, como rezaba un viejísimo eslogan de los ochenta: "Arriba los de abajo, somos pueblo".


PD:
Bombita Rodríguez, diputado nacional
Zulma Lobato, diputado provincial

Necrológicas

ESTE VIEJO HERBÍVORO DESPIDE A UN AMIGO
Doloroso adiós a Michael Jackson
POR: PRESBÍTERO JULIO CÉSAR G.

Éramos contemporáneos, casi de la misma edad. Los dos fuimos famosos, envidiados, exitosos en lo nuestro. Él encabezó la fundación del pop juvenil de los '80 y yo encabecé la fundación donde hice felices a más de 80 niños, y ellos también a mí. Pensándolo bien, Michael pasó su momento de éxito en los ochenta y yo tuve éxito y me pasé a más de ochenta. Pero eso es un detalle, y por suerte la Justicia así lo entendió.

Soy un convencido de que Dios existe y que está, excluyentemente, del lado de los que amamos a los niños. Michael y yo, por ejemplo: Dios, siempre al lado nuestro, de nuestros amigos, de nuestros abogados. Por esta razón, sé que a partir de hoy me está esperando para seguir haciendo feliz a la juventud. La música, la caridad, él y yo. Y muchos, muchos pebetes. Quizás lo invitemos a Peña. Pero no creo que acepte.

Michael: cada vez que uno de los nuestros se nos va, una flor se marchita en el Paraíso de los Niños. Corsi, el Bambino, yo y muchos otros te extrañaremos, querido amigo •

domingo, 14 de junio de 2009

Estudiamos en el siglo XXI las delicias de la poesía popular castellana de la Edad Media, o de la lírica ática de Homero; le damos el lugar de literatura por pleno derecho y hacemos seminarios y libros al respecto. Sin embargo, somos incapaces de ver nuestra contemporánea poesía popular, oral, de oído en boca (del tango, del rock, de la cumbia villera) o la degradamos a una especie de literatura de segundo grado —quizás a la espera de que dentro de mil años nuestros sobrevivientes la estudien extasiados y nos envidien por la belleza que teníamos ahí, a la vuelta de cada esquina.

No es cierto que la poesía no venda, ni que no interese al gran público. Es la poesía, la que conocemos como tal, la que se alejó , hermética y hierática, de lo que siempre fue: la más genuina evaluación "online" del mundo de la vida, con los códigos propios de cada época. Algún día los "poetas" se darán cuenta de esto —y, quizás, sentarán a su mesa a algún juglar, de igual a igual.