Actualizaciones en lo que va del tiempo:
viernes, 1 de octubre de 2010
Sé que es cursi, que está quemada por tanta declamación, que no deben rimarse verboides, que hoy por hoy no es esto una poesía, que ahora se apunta al microrrelato, a las pequeñas pasiones detrás de la cotidianeidad concreta, y todas esas peroratas... • ¡A dar por culo! • Esta es, fue y será una poesía vital.
Ponete esto para escuchar mientras leés:
Dolor
Alfonsina Storni
Quisiera esta tarde divina de octubre
Pasear por la orilla lejana del mar;
Que la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar
Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;
Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear;
Ver cómo las aves rapaces se comen
Los peces pequeños y no despertar;
Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;
Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
Perderla y que nunca la vuelva a encontrar;
Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.
De: Ocre, 1925
(Tomada de: Poesías completas; Buenos Aires: Galerna. 1994)
Etiquetas de esta entrada: Textos Recogidos
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario