Ir a LEER ENTRADAS | Ir a MISCELÁNEAS | Ir a ARCHIVOS DEL BLOG | Ir a ARCHIVOS PARA DESCARGAR | Ir a ENCUESTAS | Ir a TEXTOS VARIOS

















Actualizaciones en lo que va del tiempo:

• El diálogo • Viejas locas • "Presidenta" (O cómo intentar el ninguneo incluso desde el nombre) • Perdonar es divino • Carta abierta a Fito • Macri y su viento en la cola • Soy empleado estatal • Consideración de la luna en el poniente • Ya tengo mis bodas (y mis bolas) de porcelana • Eros • Sacalo Crudo • Avisos clasificados, rubro "Varios" •Piza, birra, faso (soneto estrafalario) • Varela Varelita • Indómito destino




domingo, 21 de octubre de 2007

Actitud Pepsi Max

Estereotipos y publicidad • Una gaseosa 0% azúcar y 100% efectiva • Edulcoráme la ideología, porfis, que quiero tomármela toda


Supongamos que para promocionar una nueva línea de chicles, una publicidad planteara que ciertas personas deben pagar esas gomitas de mascar descartando a alguien que tengan a mano. Entonces, uno de estos ficticios personajes ofrecería dejar a su abuela, porque es vieja e inútil; otro decidiría pagar con su hermano, inválido, porque con él no puede jugar a la pelota; y un tercero plantearía -abiertamente- que abonará con un boliviano, porque total, nuestros hermanos del norte son la escoria del mundo. ¿Qué estaría mal en esta supuesta publicidad? Nada más que el hecho de expresar, brutalmente, aquello que la urbanidad y las buenas costumbres recomiendan aludir, sugerir: enmascarar en el discurso las formaciones ideológicas.

Cualquiera que me conoce un poquito sabe que de los elementos inútiles que tengo en casa, las bibliotecas y los televisores son los más conspicuos: las primeras porque de cualquier modo los libros se obstinan en apilarse desordenadamente por todos lados, y los segundos porque casi ni los uso. Sin embargo, tuve la dicha de ver, por estos días, un comercial de Pepsi, titulado "Poker":

En mis épocas mozas, jugábamos al poker con el Campa, el Flaco Malcorra, el Negro Abdo, y demases, en la buhardilla del salón parroquial (Cañuelas Town) por monedas que sumaban pesos y pesos que se traducían en birras a la madrugada. En este juego, entre otras posibilidades, lograr un "par" es formar dos cartas de números iguales entre las cinco que cada uno recibe; una "pierna" es tener tres iguales de cinco cartas; una "escalera" es tener los números de las cartas en serie correlativa ("escalera real" es la escalera formada por barajas del mismo palo) y el poker, el ansiado poker que les gana a todas las demás posibilidades, es tener cuatro números iguales con las cinco cartas en juego. Los naipes, claro está, son unas cosas de cartón plastificado, impresas, que suelen ajarse rápido cuanto más se soben y usen.

En la publicidad de Pepsi, tres muchachos jóvenes, bien vestidos, cómodamente sentados en un boliche, en una especie de reservado o VIP, hacen sus apuestas. Claro, no van a una bailanta, ni están ahí para contonearse, ni para conocer, departir, intimar con otras personas (del mismo o del otro sexo), ni siquiera para escabiarse la vida, o hacer el cóctel mortal del que tanto se habla hoy, Chiche Gelblum mediante, a raíz de un par de casos explotados macabramente: van a jugar al poker. No apuestan la Pepsi, por favor, eso está fuera de discusión; si antes alguien decía con la vieja no te metas, ahora se podría parafrasear y decir con la Pepsi no se jode. Van a jugar, y apostar, que es el modo como se entiende esto de divertirse en un lugar de diversión, con música de diversión, en un horario de diversión, según los publicistas de la gaseosa. En una especie de cacería de la zorra, hecha la apuesta tienen que conseguirse sus cartas, y es entonces cuando regresan y abren juego: un aparente par que termina siendo un poker, una pierna, y una escalera. Las barajas que se procuraron son muchas chicas lindas, sonrientes, decorativas, típicamente huecas: chicas que son felices naipes en este juego de machos que salen de caza en un boliche para ver quién gana, quién la tiene más larga.

Los naipes-mujeres que forman la "pierna" ciertamente tienen unas gambas como para ser comidas al ajillo y eructarlas de por vida (qué comparación tan linda acabo de hacer); la "escalera" es un racimo de felices pelotudas obviamente mansitas, paradas una al lado de la otra, desde la más chiquita a la más alta; y el supuesto par se convierte en poker cuando llegan dos mujeres más, que se colocan atrás del jugador, al que las cuatro chicas rodean y, contentísimas, casi asfixian con delicias que sobresalen desde sus escotes. Por si hacía falta aclararlo, el jugador redunda y afirma que se trata de un "poker de pechochas" (dos cosas: primero, si un jugador baja dos cartas y luego de la ronda quiere bajar las otras dos para decir que tenía algo más que lo que mostró, perdió: acá, en Las Vegas y en Tailandia; segundo: la imagen muestra, más que un poker de pechochas, un megapoker de tetas, lo cual sería una afirmación más correlacionada con lo que se ve, pero, claramente, resultaría demasiado explícita y políticamente incorrecta).

De este modo, las mujeres felices son el objeto, la cosa, el medio para que ciertos chicos buena onda pasen un rato de diversión sana, entre tanto pecado que ofrece un boliche. El humor diluye todo y la actitud Pepsi Max es re copada, ¿viste? Rasgos físicos: sinécdoques de la mujer, metonimias del triunfo: actitud Pepsi Max. Cosificación edulcorada de bajas calorías que esconde una ideología re chota: las mujeres son piernas y pierden, las mujeres son una altura y pierden, y las mujeres son tetas, y pierden (el que gana es el pibe): actitud Pepsi Max también. Precisamente, el último "juego" marca claramente que se trata de reducir a la mujer (al fin y al cabo, ser humano a pesar de todo, podríamos pensar), a "cosa": los dos primeros aluden vagamente a partes, aspectos (pierna, escalera); el ganador tiene pechochas (dijimos: no hace juego con cuatro tetas -dos mujeres alcanzarían para formar el poker, y entonces seguiría en la línea de "partes del cuerpo") sino con cuatro pechochas, cuatro personas-cartas que son sólo eso: una pechocha, una excusa para portar dos tetas, que sumada a otra pechocha, otra y otra, le permiten al flaco ser, ganar. Un pibe que, por otra parte, tiene durante los 50 segundos de la publicidad la actitud más pusilánime, la menos "evidente", o sea: él es ese que es el tapado, el que "sorprende". Mirálo vos al boludito, podría ser la conclusión...

Y claro, si toma Pepsi Max!



9/10/07 – Con el objetivo de seguir construyendo el concepto de “Actitud Max”, BBDO desarrolló "Poker", el nuevo comercial de Pepsi Max dirigido a todos los hombres que tienen una actitud Max frente a la vida. El spot de 50 segundos de duración fue producido por ArgentinaCine y está al aire a partir de anoche.
Anunciante: Pepsi
Producto: Pepsi Max
Tema: “Poker”
Duración: 50 seg.
Agencia: BBDO Argentina
Redactor: Luciano Bellelli
Dir. Arte: Gustavo Chiocconi
Director de Cuentas: Daniel Albamonte
Ejecutiva de cuentas: Cecilia Pacifico
Director de producción: Verónica Zeta
Productor: Carlos Cavaciocchi
Productora: ArgentinaCine
Director: Martín Romanella
Productor Ejecutivo: Sebastián Torrella
Jefe de producción: Jorge Bueno
Asistente de dirección: Bruno Hernández
Director de fotografía: Franco Pinnochi
Director de arte: Nicolás Scabini
Edición: Alejandro Broderson
Postproducción: Metrovisión
Transfer: Metrovisión
Postproductor: Aldo Ferrari
Banda/Música: Nancy Sinatra - These boots are made for walkin’
Responsable por el anunciante: Andrea Alvares, Elvira Gowland, Esteban Algorta
Fuente

3 comentarios :

  1. Wow, no la habia analizado tanto.
    De hecho, no se jugar al poker, por eso no me cerraba del todo la idea de la propaganda. Es mas, crei que habia una propaganda previa a esa, que hacia que la idea de esta cierre, jaj.
    De todas formas, creo que todo el mundo alcanza a interpretar el mensaje de la mujer como objeto(no como el de pierce eh, ese ya fue),
    y tambien es cierto que cuando uno ve la propaganda, no deja de pensar: daaa! con la cara de nabo que tiene ese pibe.
    Igualmente ahora esta de moda reirsede la gente, y bastante, porque me acuerdo de una propaganda de movistar de hace un tiempo, en la que aparecia un personaje que ahora no recuerdo el nombre, pero que tambien tenia una cara bastante particular...

    ResponderEliminar
  2. Gracias flaco, andaba buscando el tema de ese comercial y fuiste el segundo link que visite... Demasiada información (por suerte) sobre los datos del comercial...

    Banda sonora! Thanks!

    ResponderEliminar
  3. El de la propaganda de movistar se llamaba Gerardo y si se compraba un celu de esa empresa se las levantaba a todas, se conseguia los "mejores amigos" y toda la bola clásica de la publicidad que te convierte en ganador en función de un objeto.

    Victor de Marmol

    ResponderEliminar