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martes, 29 de julio de 2008
Estamos en el receso de invierno, luego del trajín de medio año. Hay gente que sale corriendo para llegar ídem a -pongámosle- Cataratas, y visitar a los pedos las caídas de agua (todas, no sea que Carriolita tuviera razón y los marcianos vinieran a por el acuífero); comprar todo lo posible en Ciudad del Este (¿impuestos? ni ebrios ni dormidos, ya le torcimos el brazo a la yegua: ¡aguante el cáncer y la soja!); voltearse alguna que otra puta/trava/pendeja (y/o puto/travo/pendejo: poné la letrita que más te guste) en Foz (y/o festichola decentemente lejana y similar), y volverrrrrr con la frente marchita (y tan de raje como se salió) a Mi Buenos Aires Querido...
Propongo recuperar y resignificar la palabreja vacaciones: del lat. vacatĭo, -ōnis, de donde también apareció vacante. Vacío. O sea: hacer nada. No bañarse. No vestirse. No llamar por teléfono. No responder SMS. No mirar TV. No salir. No comer. No ir al baño. No culear. No publicar en el blog.
A ver quién se anima a la radicalidad lingüística, ¿eh?
Propongo recuperar y resignificar la palabreja vacaciones: del lat. vacatĭo, -ōnis, de donde también apareció vacante. Vacío. O sea: hacer nada. No bañarse. No vestirse. No llamar por teléfono. No responder SMS. No mirar TV. No salir. No comer. No ir al baño. No culear. No publicar en el blog.
A ver quién se anima a la radicalidad lingüística, ¿eh?
Etiquetas de esta entrada: Pastillero
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Hola.
ResponderEliminarSon muchos no,y algunos son muy interesantes,como para no difrutarlos.
Personalmente me cuesta no hacer nada,pero hay estilos de nada .Podriamos decir."nada que me importe","nada por nada son muchos nada para nada","nada que me detenga cuando la libido esta a ful",con ese me identifico un poco,"nada de mentiras"ese tambien me gusta.
Pero ya le dige son muchos y no se por donde empezar.
Por ahora solo puedo decirle que esta bien no hacer nada a veces.
Silvia