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martes, 7 de agosto de 2007
• La lectura y la escritura en el aula suponen considerar especificidades que pueden potenciarse o anularse según se tome en cuenta la significatividad del texto como una característica en sí misma o como el resultado de una triple interacción entre el texto, el contexto, y el planteo didáctico del docente • Textos y contextos en el aula, desarrollo de habilidades de lectura y escritura, y acompañamiento de docentes que facilitan la tarea, a partir del diseño colectivo de proyectos de lectura y escritura • Ofrecemos a continuación un resumen de la introducción de este artículo, y su versión completa para descarga
Desde poco más de una década, se ha instalado en el campo de la didáctica de la escritura el criterio de la significatividad de un texto, es decir, el hecho –a nuestros ojos, por demás, obvio– de que deben estar correlacionados de algún modo el escrito y el contexto de producción.Mi intención aquí es proponer una serie de reflexiones en torno de la escritura, los textos, la significatividad y el aula, partiendo, como se ha dicho, de la evidencia de la correlación entre texto y contexto. Dando por obvio lo obvio, entonces, será posible considerar otros ejes desde los cuales abordar la didáctica de la composición.
Que el texto (en el caso que nos ocupa, escrito) dialoga, interpela, construye o transforma el contexto en que se produce (y el contexto en que se interpreta/comprende) es una afirmación que se verifica desde el momento mismo en que el hombre, la humanidad, escribió. Hasta no muchos años, la cuestión de la significatividad de los textos y la tarea de escritura solía caracterizarse como un problema de interés. ¿Qué hace a los textos, a la tarea de escritura y/o de lectura, interesantes?, es decir, ¿qué hace que Platero y yo sea (o no sea) interesante?. Pero más aún: ¿qué haría de Platero y yo una lectura interesante?
Que el texto (en el caso que nos ocupa, escrito) dialoga, interpela, construye o transforma el contexto en que se produce (y el contexto en que se interpreta/comprende) es una afirmación que se verifica desde el momento mismo en que el hombre, la humanidad, escribió. Hasta no muchos años, la cuestión de la significatividad de los textos y la tarea de escritura solía caracterizarse como un problema de interés. ¿Qué hace a los textos, a la tarea de escritura y/o de lectura, interesantes?, es decir, ¿qué hace que Platero y yo sea (o no sea) interesante?. Pero más aún: ¿qué haría de Platero y yo una lectura interesante?
Etiquetas de esta entrada: Educación
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