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viernes, 24 de agosto de 2007

El sentido de la vida

Autopista 9 de julio sur. Mano hacia Avellaneda
6 p. m., día de semana

El del auto
El de la moto
Cualquiera de los dos


Embotellamiento. Filas de autos en caótica distribución. Bocinazos, smog, etcétera.
El del auto - El de la moto

1. Tengo que llegar, la puta madre, qué carajo pasa hoy. Está más trabada que de costumbre. “Bocina, freno, claxon. Bocina, freno, claxon. Claxon, claxon, claxon. Marge quiero ser gordo”, je. Dale, boludo, avanzá, ¿no ves que tenés un hueco ahí? Te lo va a ocupar el del Regatta, salame. Mujer tenías que ser…
-…¡ANDÁ A LAVAR LOS PLATOS, TARADA!
Sabés dónde podés meterte ese dedito ¿no? ¡Tomá!, te cagué el lugar… A ver si puedo tirarme más a la derecha, y avanzar por la banquina…

2. Siempre lo mismo acá, menos mal que en la moto zafo. Peeermiiiisoooo, je. Raaaaaaaammmm, paso a uno, ñaaaaaaaaaaam, paso a otro, disculpe señor, peeeermiiiiiisoooo, vengo con mi súper moto. Qué cintura, mi Dios, estoy para una compteción, qué equilibrio, qué muñeca. ¡Capo, as del manubrio! Vamos, chuchis, avancen o dejenmé pasar, que llevo papeles importantes, vamos.

3. Dale, papagayo, metéte ahí, que quiero pasar a la banquina. Por algo tendrás el auto podrido y chocado, gil, te deben golpear todos por no saber manejar. ¿Qué te creés, que estás en Suiza, que estás en París, te creés? Dale, pipistrelo, ¿a qué hora querés llegar a tu casa? ¡Me cago en todos los pelotudos al volante! ¿Son todas carmelitas descalzas, hoy? Pero, la puta, son las cuatro y veinte ya, no llego, no llego y media. Mejor llamo.

4. –Hola, Fernández, sí, soy yo. Che estoy en la autopista, pero es un quilombo todo. Sí, terrible. Mirá, y media no llego, che. ¿Podés entretenerlos un rato? Y sí, yo acá trato de mandarme, pero hoy la gente está re pelotuda no sé de dónde salieron, así que calculále qué sé yo, en veinte más o menos. Mínimo eh. Nah, qué voy a pagar dos pesos en el peaje, que vayan a robar a la ruta. Además ya estoy arriba, ya pasé la bajada de Montes de Oca. Dale, hacéme el favor... Y no sé, mostráles los catálogos, decíles que tengo un contratiempo, vos fijáte che.

5. Pero, ese huevón me traba justo para pasar. Dale, largá el telefonito, pibe. “Hola, querida, sí mirá no me vas a creer, pero estoy en la autopista, hay embotellamiento y no llego, mi amor, no te preocupes, mi amor. No mi vida, esos gemidos no son de la secretaria, mi vida, cómo podés pensar eso” Dale, corréte, estás pegado al otro auto, no paso, tengo moto, jodéte si estás anclado acá. Me esperan con estos papeles en cinco minutos en Lanús, dale, movéte, corréte, o te hago mierda el espejito cuando pase.

6. ¿Qué tocás bocina, pendejo? Ponéte el casco porque te hago hacer tres trompos y salís en Crónica. ¿Qué, no te dejo pasar? Jodéte, después piden que los respetemos, y se mandan en zigzag por todos lados. Si quieren ser respetados, respeten. Si son vehículos, vayan por un carril, atrás de un auto, como corresponde. Y si no, hagan la suya pero no pidan nada. Este país no cambia más, qué lo parió. Te vas a quedar sin batería de tanto tocar la bocina. Qué me ponés el piecito en el paragolpes, la puta madre, qué te pasa, ¡yo lo estampo a este!
-¿DÓNDE QUERÉS QUE ME CORRA, PELOTUDO,? NO VES QUE NO PUEDO AVANZAR NI ACOMODARME

7. Dale, movéte. A ver si puedo mandarme entre éste y el otro por ahí… No, no puedo. Dale, movéte. Te piso el culito del auto, sí, dale, movéte, mirá como te piso el paragolpes…
-VAMOS. MUEVASÉ, NONO, QUE LLEGA TARDE AL GERIÁTRICO. SI NO PODÉS CORRERTE, JODÉTE, VIEJO FORRO, PERO DEJÁME PASAR A MÍ O COMPRATE UNA MOTO.

8. Si me bajo y le doy con el fierro de la traba del volante lo mato y llego más tarde.
-Y PASÁ. SI PODÉS PASAR, PENDEJO, QUÉ TE PASA, SABÉS A CUÁNTOS COMO VOS DEJÉ SIN DIENTES. DESDE EL GERIÁTRICO TE VOY A VER SALIR EN CRÓNICA, REVENTADO EN EL ASFALTO, SÍ. TE HACÉS MIERDA COMO UN SAPO EN CUALQUIER MOMENTO.

9. Si me bajo de la moto y le parto un vidrio y me rajo, pierdo tiempo. Qué ganas de hacerte mierda el auto, viejo puto.
-DALE CORRÉTE Y DEJÁME DE JODER, QUE ESTOY LABURANDO

10. -¿Y YO QUÉ TE CREÉS QUE ESTOY HACIENDO, PASEANDO EN UN SHOPPING? AGUANTÁ COMO TODOS O MANDÁTE POR DONDE PUEDAS, NABO.
Hola. Sí. Fernández. Querido. ¿Cómo va eso? Nada, estoy en el mismo lugar que antes, no avancé. Encima un pendejo con una moto, mirá, si no sería que tengo que llegar allá y que uno es educado lo haría mierda, mirá. Bancá como puedas, dale.
Vamos señor, a ver un poquito más, eso... Corrasé ahí a ver si paso a la banquina. Mirá cómo van los bondis por la banquina, qué hijos de puta, no dejan entrar a ninguno. Si me mando el pendejito de la moto va a poder pasar, mejor no hago nada y que se cague.

11. ¿Y? Ahí podés acomodarte, ahí, entrá ahí y corré el autito, vamos. Viejo de mierda me lo hace a propósito. Si no llego a Lanús en cinco minutos me pierdo la comisión. Vaaaaamoooosssssssss.

12. Je, tocá bocina nomás, en cuanto pueda te cruzo más el auto, vas a ver.

13. Qué lo parió, yo me mando para atrás... A ver... Sí, me mando por atrás y le paso por el otro costado.

14. ¿Qué hace el pendejo? ¿Se va para atrás? ¿Abandonás, salame? Aprendé, papá, aprendé a manejar. ¿A mí me querías pasar? ¿Te creés piola porque tenés moto? Después lloran; acá es así, manda papá.

15. Listo, je, chau viejito, forro, tomá, acá te dejo este regalito.

16. Ah, se mandó por atrás para ir por la banquina. Vivo el pibe, qué guacho. ¡Uh, qué hijo de puta, me pateó el espejito! ¡¡Me hizo mierda el espejito!! ¡¡¡La puta que lo parió, con lo que sale, todavía estoy pagando el auto!!! ¡¡¡¡Yo lo mato!!!! ¡¡¡¡¡Yo me mando como sea por la banquina y lo parto en cuatro!!!!! No le vi la patente, pendejo de mierda. A verrrrr, correrse, vamos, ¿no ven que me hizo mierda el auto?… No, al pedo, no lo alcanzo ni en pedo. La puta madre… Me hizo mierda el espejito.

17. Tomá, je, mi firma, para que aprendas, viejo sorete. No vivís ni dejás vivir, siempre lo mismo en este país. No te gusta el embotellamiento, compráte una moto. ¿Él me iba a pagar la comisión? Que se joda, estoy apurado, estoy laburando.

18. -Qué calentura que tengo, Fernández, no te imaginás. Me lo hizo mierda. No, si lo pateó cuando pasaba, ni colgando quedó. Che te corto, ahí se mueve un poco.

19. A ver, vamos, corréte, eso, así, ahí está: la banquina. Despacio pero constante. Permiso, permiso. Chau, adiós señora, quedesé esperando ahí nomás, que le germinen los porotos… Estaba buena la minita del Dauphine, eh, lástima que quedó paradita ahí. Buen auto, mirála vos. Una minita que me mantenga. Eso estaría bueno. Y mandar a la mierda a la gorda de una buena vez. Atenderla, que me mantenga y yo feliz. Capaz algún día la cruzo en algún lado. Vamos, avancen bondis, avancen que ya casi llegamos al puente. Uhhhhh, ¡qué virolo se dieron esos dos! Rápido, rápido, no miren que se traba de nuevo. Que se encargue la ambulancia, vamos que llegamos… Este Fernández es bueno pero no sabe manejar las cosas, si no estoy yo se cae el negocio, y si se cae el negocio me mato, el rojo del banco no lo cubro ni vendiendo sangre. Vamos…


Interior de una casa. Un televisor encendido y bullicioso. A la noche.
Cualquiera de los dos

-¿Y? ¿Cómo te fue hoy?
- Ni me hables, mirá. Día de mierda. Fue un quilombo la autopista. Un boludo me amargó la tarde. Ni me hables. En cualquier momento nos vamos a vivir a otro lado, te lo juro, donde la gente sea gente y no soretes como acá. Esto no da para más...
- ¡Sí! En la tele lo vi, un muerto y todo hubo a la tarde...
- Están todos locos en la calle, vos no te lo imaginás porque estás todo el día encerrada acá adentro. ¿Qué cocinaste?

1 comentario :

  1. El texto me recuerda a varias poesías de Bukowski, a Crash, de Ballard, y a un artículo que encontré en internet cuando buscaba expandir mis conocimientos sobre el significado del automóvil en el sistema capitalista (esto último fue para el parcial de semiología donde analizamos la propaganda del Ford Fiesta).

    Transcribo una parte de ese artículo (guarde algunos fragmentos, pero no la dirección, que me perdone su autor/a), porque tiene mucho que ver con esa especie de guerra de todos contra todos que es el tráfico:

    "El automóvil refleja ideales constitutivos de la burguesía por cuanto presupone un orden general que no surge de la planificación sino de los múltiples egoísmos particulares. La racionalidad general que la mano invisible postulada por Adam Smith auguraba para un mercado que estaría constituido por los respectivos egoísmos particulares, se traslada en la esfera del tránsito al presupuesto de que si cada individuo conduce su auto al destino deseado, una mano invisible configurará un tránsito ordenado y armonioso. La experiencia indica que, por el contrario, el tránsito representa un rasgo medular del mercado capitalista: la guerra de todos contra todos que Hobbes creyó ver en la naturaleza humana y que ya en los tiempos que le tocó vivir revela el estado de la naciente burguesía. Los automóviles han contribuido decisivamente a que, por oposición a la ciudad antigua, que era vista como lugar de encuentro, de orden y de realización de la esencia racional humana, la ciudad contemporánea, que durante siglos fue considerada como el ámbito deseado de la civilización, sea identificada con el desorden y el desencuentro, con un “infierno” ruidoso, sofocante, maloliente, inhabitable y congestionado del que se quiere huir lo más pronto posible."

    No se si es porque no tengo aspiraciones "burguesas" o por cual otra razón, pero la sola idea de comprarme un auto o una moto me repugna (de todas formas, no tengo el dinero necesario para hacerlo). Me muevo y me moveré toda mi vida en el transporte público, que de público tiene muy poco, claro. Así evito, aunque sea en parte, convertirme en uno de esos siniestros personajes de su texto.

    Saludos Esteban.

    Matías.

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