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martes, 14 de agosto de 2007
• Los "clásicos", el canon y el gusto • Nada nuevo: apenas un par de preguntas • Un post para que participes, si te viene en gana...
Hoy volví a escuchar, después de un tiempo, la Antología de The Beatles, esa que viene en caja roja y en caja azul. Cualquiera que me conozca personalmente (o mediante este espacio, que es otra forma de "conocimiento personal") sabe que mi preferencia está en otra parte. Sin embargo, el hecho de que me guste la buena música no le resta importancia, creo, a lo que sigue (incluso le da perspectiva histórica y sirve como introducción a esta publicación, cuarenta años vista de la "batalla" Beatles/Stones)
Volví a escuchar, decía, un pantallazo beat. Y no pude sino reflexionar en la cantidad de clásicos de que han sido autores los Cuatro de Liverpool. "Clásico", dice la R. A. E., es un período de plenitud de una cultura, de una civilización, y las obras que a éste pertenecen. Pero además: «Que se tiene por modelo digno de imitación en cualquier arte o ciencia» y «Que no se aparta de lo tradicional, de las reglas establecidas por la costumbre y el uso»
Lo clásico, entonces, nos viene como plenitud, como modelo y como reproducción. Podría pensarse que para instalarse como modelo fue necesario confrontar con algo previo, pugnar y vencer a ese modelo anterior, e recolocarse desde el margen al centro, en eso que Bloom (y sus detractores y/o exégetas) luego canonizaron como canon.
¿Cuánto de musical tiene esa confrontación entre modelos? ¿Cuánto de intrínseco tiene el proceso de cristalización de lo clásico? ¿Cuánto de comercial? ¿Cuánto de político? Y también: cuánto de literario, cuánto de plástico, cuánto arquitectónico, etc. Además: ¿cuánto de subjetivo, de individual, de gusto? Pero de nuevo: ¿cuánto de intrínseco, comercial, político, tiene la conformación del gusto, de la subjetividad, de la individualidad?
Y continué divagando: ¿cuánto de autóctono/nacional/propio? ¿Qué es eso que hace que haya, supuestamente, rock argentino (o inglés -"british pop" o "britpop", creo que le dicen-, o norteamericano, o islandés o lo que fuera)? ¿Qué es lo que hace que haya literatura, escultura, pintura, etc., argentina, inglesa, norteamericana, islandesa o lo que fuera?
Son preguntas que implican bibliotecas, debates, tesis y antítesis, y, por suerte, ninguna respuesta que clausure el seguir reflexionando. Ni que cierren o impugnen la formación de nuevos cánones, ni la tiranía del gusto-de-uno-para-uno-mismo. Pero las dejo planteadas para que indaguemos. También, por qué no, para que hagamos nuestro "canon", nuestro listadito de música, libros, cuadros, películas: lo que sea. Entre irónico y acto de fe, por ahí anda el de mis libros (con Ofelia, mi bienamada Ofelia, que cierra la lista). Musicalmente quizás -quizás, sólo quizás- no sea tan obcecado como el pantallazo rápido sugiera. En algún momento armaré un listado musical y cinematográfico: prometo. Por ahora, invito a responder :)
Etiquetas de esta entrada: Arte
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Hace un tiempito leí un artículo de Seth Schein llamado "Los estudios culturales y los clásicos: Contrastes y oportunidades" para el curso de Latín I de la UBA. Allí me enteré de algunas cuestiones bastante interesantes acerca de los estudios clásicos, como por ejemplo la etimología de la palabra "clásico", justamente. Acorde a lo que dice este buen señor, nosotros utilizamos el término en un sentido metafórico y derivado. "Classicus, a, um" era un adjetivo que correspondía a los ciudadanos romanos con mayor propiedad y riqueza, es decir, de las clases más altas; contrapuesto a "proletarius, a, um", para aquellos que pertenecían a las clases más bajas, de menos recursos. Schein explica que: "Al ser transferido al ámbito de la literatura, clasicuss pasa a convalidar aprobatoriamente autores o textos específicos, a los que confiere el cachet de propiedad y riqueza". Sí, tengo buena memoria(?). En fin, el resto del texto está muy bueno porque hace un recorrido histórico del término classicus, así como el de humanitas, e intenta demostrar el trasfondo TURBIO(!!) que se encuentra en estos conceptos tan acuñados.
ResponderEliminarEn fin, no vine a hablar de Schein, ni de etimologías, aunque recuerdo una vuelta en la que le comenté a mi novio la etimología de la palabra "ontogénesis", y fue y lo comentó en su clase (fue alumno suyo el cuatrimestre pasado en el CBC de Avellaneda), lo que lo hizo parecer muy inteligente, PERO NO LO ES(??).
Las preguntas que plantea en esta entrada son demasiado amplias para mi cerebro a esta hora. O a cualquier hora. Pero me dieron ganas de firmar, espero no ser condenada.
Acerca de cómo llegué a su blog: mi novio Matías (quien ya dije que fue su alumno) recibió un mail suyo con la dirección y recién me lo mostró. Además, yo también fui alumna suya, allá por el 2004, creo.
Por último, Matías me comentó que un reciente estudio sobre la deserción en el CBC demuestra que la causa principal de la misma es el shock emocional provocado por ver a Mick Jagger menear en Rain Fall Down. Y dice que sólo hace este chiste porque usted ya lo aprobó y no hay vuelta atrás(???).
Un cordial saludo, Esteban.
Escuchen PORTISHEAD, una gran banda de NY city con grandes locuras...saludos
ResponderEliminarConvengamos en el aspecto generacional del listado, de cualquiera de estos listados. Yo, nacido en este sur con mucho mas que despues, soy un ejemplo de tantos, 29 años, un tìtulo terciario encima y un cbc en punta. De mis hermanos cinco y seis años mas que yo; Sui Generis y casi todas sus letras, obvio heredadas tambièn de papà y mamà, aunque al viejo le gustaba mucho el flaco spinetta. Otras canciones: 10 años despues de Calamaro ¿una canciòn adolescente? ja,viernes 3 am todos sabemos de quien es esa, el disco otras canciones de attaque 77, algùn dìa la historia le darà valor a estos pibes. Pelìculas, de culto para mi generaciòn, cuenta conmigo, la historia sin fin, una sombra ya pronto seràs, como veràn uno evoluciona no todo es pendejez. otras pelis, los arboles mueren de pie, esa me la diò mi abuela previo el libro bien leido y comentado con el nono, se bajo del barco e iba siempre al cine, eso era magia para el gallego Amalia Sanchez Ariño, una especie de China Zorrilla parece. Libros, historias minimas quiza; el alquimista, mi planta de naranja lima, sobre hèroes y tumbas, y no le van a dar un nobel, tampoco se lo dieron al ciego. El señor de los anillos, vale volar? la gesta del marrano, me ayudo a entender la opresiòn aunque hoy sean ellos los que oprimen, siguen siendo dueños de los bancos mas lindos. un libro mas y un par de tonterias; la excusa srl, una visiòn argenta sobre los argentos y su vida en la globalidad. Tonterìas, calle de tierra y colegio privado, clase media venida a menos pero feliz con nesquik y cancha de sabado para ver a Temperley con el abuelo y el viejo, colectivo 79 una especie de 60 de la provincia con aires porteños. Es solo una lista, pero que lindas son a veces las enumeraciones de cosas tan gratas. Exitos. Ah soy vicktor de Marmol.
ResponderEliminarJa, pintó la remembranza para los "mayorcitos". La lista, Víctor, despertó más listas: Nesquik vs Vascolet, Billiken vs Anteojito, Rafaella Carrá y Los Parchís, el programa "Patolandia", Carozo y Narizota en programa para chicos. Acá ya no es lista de canon; algunos casos y a los ojos adultos son excecrables, pero están viniendo. Otras: unos ¿caramelos? que venían en bolsita, te los ponías en la lengua y "saltaban" adentro de la boca... no recuerdo el nombre. Otra golosina de época y que nunca más volví a ver: unas tablillas masticables que venían en latita redondita como de pomada para zapatos, creo que eran italianas, riquísimas, traían una especie de polvito blanco entre azucarado y ácido... En fin, la Sánchez Ariño era una especie de permanente madre o abuela adusta pero cariñosa, con un tonito español muy marcado. Una China menos acelerada y apta para la comedia y el drama. Me viene a la mente en pelis de Lolita Torres y Niní Marshall, pero actuó en muchas más. Otra: Marís Esther Buchiazzo, abnegada y llorona madre (es la de Sandrini y su frase "la vieja ve los colores" que se menciona en una trivia, por eso no digo la peli) Felisa Mary, una buena comediante dentro del rubro "mujeres feas graciosas", que subsiste hasta hoy. Todo esto visto en el ciclo de Canal 11, que iba a las 15, llamado "Nuestro cine" y que conducía un periodista cuyo nombre ya me voy a acordar, que terminaba cada programa diciendo "Sin ustedes ahí, nosotros aquí... ¿para qué? Lo dicho: semiosis de la nostalgia! Gracias Victor
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