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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Los travestis Rolling Stones

Hace un tiempo, nos deleitamos juntos con la poética pseudostona autóctona (al menos, en una de sus vertientes, por suerte extinguida: sigue quedando pendiente disfrutar de otras) • Todo lo que sigue es una excusa para una mostrar una perlita youtubeana • Como siempre, haré gala de mi displacer por esta banda y mi objetividad al respecto


Los Stones debutaron el 11 de julio de 1962, es decir, cuando ninguno de nosotros había nacido y nuestros padres tampoco, o eran muy jóvenes en esta parte del mundo, por lo cual (salvo grupos reducidos, que accedían al importado) estarían enfrascados con el folklore, o con Sandro versión rocker, o con la misma versión de siempre del Palito hey hey.

Nadie, ni los Stones mismos, imaginarían en aquella mítica noche que en el Marquee comenzaba, objetivamente hablando, la mejor banda de rock and roll mundial, por peso, trascendencia, influencia y, por supuesto, facturación.

Ciertas condiciones de posibilidad hicieron que puñaditos de amigos con más vocación que experticia se constituyeran rápidamente, a diferencia del rock de los '50, en verdaderos fenómenos socioculturales masivos: una bonanza económica generalizada, el período de postguerra concluido, el capitalismo como paradigma cristalizado para Occidente, etc. Asimismo, innovaciones tecnológicas que posibilitaban una mejor fidelidad en la grabación de sonido (el long play que reemplazó al vinilo, los tocadiscos portátiles y los combinados, y la revolución en la música, a medidados de los '60: la grabación esterofónica), la entronización del cine en las sociedades modernas, la expansión de la música en las radios (lo que daría lugar a las radios comerciales de frecuencia modulada) y, centralmente, la masificación de la televisión. Con todo esto en la coctelera, sólo faltaba que a alguien se le ocurriera cómo provocar el negocio, es decir, el mercadeo (marketing) de la cosa.


Otro grupo, londinense también, había arrancado en punta con esto de emerger: The Beatles. todas las banditas de Londres se conocían como, por ejemplo, se suelen conocer todas las de una zona del conurbano under hoy por hoy, que incluso actúan juntos, quizás intercambian músicos, etc. El gran mito de la polémica Stones/Beatles se comenzó a construir cuando los segundos también comenzaron a tocar en primera y, decidieron tener como productor a Andrew Loog Oldhman, quien había representado efímeramente a la banda de Lennon&MCartney. La visibilización de que los Stones eran chicos malos era una puesta a punto en la sociedad de lo que la juventud en los '60 estaba empezando a ser: pelilargos, rebeldes, algo alocados, algo drogones. Es la época en que se resignifica y reconfigura la adolescencia y la juventud como franja etaria en la sociedad y, básicamente, como segmento de consumo autónomo, cuanto menos en la decisión (si no en el sustento)

Tocar en público por esta época era algo amateur, puro pulmón (alguna vez leí en algún lado una declaración de Keith Richards en la que afirmaba que el único motivo por el cual ingresó Bill Wyman (el ex bajista) fue porque poseía un interesante amplificador) El Marquee era un sótano bien parecido a nuestro Cromañón, o a cada una de las pocilgas a las que íbamos y vamos a ver alguna bandita. El rock, por lo tanto, exudaba descontrol, excesos, vértigo, clandestinidad y peligro. La estrategia del mercadeo beatle fue adecentarse, presentarse gentiles y sonrientes como los padres querían que fuesen sus hijos. La alternativa a esto, que patentaron los Stones, fue la de apegarse a la realidad, pero resignificándola, extremándola, heavymetalizándola. La estética y el sonido stone sonó desde los comienzos mucho más duro, más descarnado, más pesado: cuerdas de metal en las violas, riffs y punteos marcados, letras directas, sexualmente más explícitas y/o políticamente incorrectas, carlindos despeinados y movedizos cual mandingas en trance. El público, en general, era igual de efusivo, y en el caso de los Stones en particular, alguillo violento (claro que, a nuestros ojos, los desmanes de esas tribus resultan casi pueriles)

Un incidente menor fue explotado tempranamente por los Stones: encontraron a algunos integrantes de la banda meando la pared de una estación de servicio. Esa fue la primera de una serie de problemas judiciales que mezclaron oportunidad y prensa en el trago del mito del exceso. Las siguientes judicializaciones o problemas legales, a lo largo de los años, serían por tenencia y consumo de drogas, muertes en espectáculos, muertes de los propios integrantes de la banda, estafas de representantes, censura de contenidos en las letras, enredos en una gira, en Canadá, con la esposa del primer ministro, hasta los más actuales, que suelen ser por divorcios o paternidad
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Sin embargo, una cosa es zafar y aprovecharse de las causas judiciales y, otra muy distinta, provocar. En este sentido, en 1966, presentaron el single Have you seen your mother, baby, standing in the shadow? con una foto de tapa que muestra, travestidos, a los cinco integrantes, en una imagen que no sólo habrá ofendido las buenas costumbres al presentar al prototipo del chico malo vestidito de mujer, y multiplicado por 5, sino por el hecho de que los perfiles de los que se burlan allí son socialmente inaceptables: cabareteras, pacatas con bigote, militares en silla de ruedas, etc.:

Está escaneada y subida del libro The Rolling Stones, de David Carter

Acá encontré lo que hoy llamaríamos el backstage de esta foto, en la cual de izquierda a derecha, posan Flossie, Milly, Sara, Millicent y Penelope (sentada) en el Central Park. Es imperdible la tentación que sobre el final del registro invade al gran Brian. Disfrutálo y, si te interesa profundizar, te recomiendo esta página que acabo de encontrar y que, por lo que veo, está aceptablemente informada.

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