Actualizaciones en lo que va del tiempo:
sábado, 3 de enero de 2009
Una promesa en abril,
cuando caigan las primeras hojas
y tus ojos desentierre en los míos,
intactos en la memoria;
cuando invariablemente vuelva a ser yo,
cansado de mis mismos hábitos,
de respirarme en la atmósfera:
ahí quizás habré de encontrarte
-cuando caigan las primeras hojas-
para que renueves mi sangre
(sol, selva, mar, montaña)
y tal vez despierte entre tus piernas,
tal vez sintiéndome vivo
-tal vez, reencontrándonos-,
en las casualidades de un tiempo que no espera.
Etiquetas de esta entrada: Poesías
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