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lunes, 6 de octubre de 2008
Hilos de agua en la vereda de tus ojos celestes
y una media luna grandota bien blanca y enfrente
que cubre todo el camino, al oeste.
Una despedida, un beso, una noche de eterno “hasta luego”,
un no querer dejarte, antiquísimos miedos,
y regresar feliz: un nacimiento.
Noches repetidas y únicas de palabras y hechizos,
escarceos impávidos y cortejos furtivos:
esta vez seremos tres, contando al otro conmigo.
Y seré nuevo en el agua nueva; un pasado en el futuro,
recorridos que terminan más allá de tus brazos, tus suburbios,
mi yo en mis cabales, e inéditos errores para intrépidos mundos:
una media luna en la noche y al oeste, marcándome el rumbo.
Etiquetas de esta entrada: Poesías
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Hola Esteban
ResponderEliminarCuanto amor encierra "Hilos de agua en la vereda de tus ojos celestes".
Cuanta verdades también dice ,verdades ,que sólo el silencio o algún loco lindo pueden sentir ,sino y lo que le de actrativo ,es que podes poner ese sentimiento tan fuert que es amar a escondidas en palabras.
Hoy...solo soy Yo
No, "Yo", no creas que encierra amor... Apenas un momento de inspiración, quizás recordando cómo era todo, después del mal sueño...
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