Actualizaciones en lo que va del tiempo:
jueves, 23 de octubre de 2008
A Silvia, alter ego
Y cuando el alma está sola, llena de plenitud,
cuando lo que falta no es lo que hubo sino
lo que nunca estuvo,
cuando los ojos estallan porque miran la vida y no pueden creer
que todo esto ocurriera aquí afuera,
luego de tantos años, tantas lágrimas,
cuando el cuerpo se estremece simplemente con una respiración,
un murmurar lejano antes ensordecido,
una ensoñación ficticia,
un disfrutar el momento, ah disfrutar el momento,
apenas eso (simplemente eso)
–diría un amigo: un estar bien cogido–
cuando la noche ritma cascabeles diurnos,
y cuando las mañanas,
las mañanas son una expectativa del día,
y no un esperar rutinariamente la noche,
transcurrir las horas todas idénticas,
cuando el alma está sola, sí, sola pero plena,
entonces la vida está llena de vida y
la felicidad ahí cerca,
más cerca que antes,
menos lejos que siempre,
más adentro de uno mismo,
propiamente nuestra, sin pedir permiso,
calor en el cuerpo que revive el pasado,
que lleva al futuro,
sangre de la sangre en las venas,
pues de eso se tratan los días:
revivir las mitologías en la dicha cotidiana,
trastocar el pecado,
concebir que el paraíso está en la otra esquina:
más acá de donde nos habíamos abandonado.
Etiquetas de esta entrada: Poesías
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Negrito
ResponderEliminarQué bien y con cuánta astucia literaria has definido cómo el paso del tiempo no nos garantiza la plenitud y cómo esa planitud ideal muchas veces es la que implide ser plenos.Es un lío pero quizas entienda lo que quise decir.
Para mi Usted debería estudiar,psicologia,o practicar la adivinación ,a veces es lo mismo.
Te extraño más que antes.
Silvy